Nuestro ‘pueblo’ Artà

Situado en un extenso valle, arrimado a una colina, la ciudad es tan pequeña y todavía rural que los habitantes aún la llaman cariñosamente ’pueblo’. Orgullos y muy conscientes de su gran tradición, los artanencs se resisten al turismo de masas con mucho éxito desde hace décadas. Por eso, hoy en día, Artà sigue siendo unos de los pueblos más auténticos y atractivos de Mallorca.

El núcleo antiguo, en la parte alta, está marcado por las mansiones de los grandes terratenientes, que concurren con los pequeños palacios de emigrantes que hicieron fortuna en Sudamérica, el más magnífico de los cuales es Ca’n Epifanio, el actual Hotel Sant Salvador. Unos callejones estrechos conducen desde la parte más baja del pueblo, con el convento barroco franciscano Sant Antoni de Pàdua (siglo XVII), cuesta arriba y más allá de la poderosa parroquia Transfiguració del Senyor, con sus impresionantes arcos (siglo XVI), hasta las almenas de las murallas de la iglesia fortificada Sant Salvador (siglo XIII/XIX), que reina encima de la ciudad y es su monumento emblemático. ¡Y a sus pies nuestro Hotel Sant Salvador!

Al estar en medio del nuevo parque natural Península de Llevant, Artà es el municipio con el mayor número de playas vírgenes de la isla y con la costa más larga sin edificar. En los alrededores del pueblo se puede encontrar una naturaleza única e intacta: es espectacular el camino que conduce a una de las playas más bellas de Mallorca, Cala Torta; de ensueño es el viaje a la Ermita de Betlem, un pequeño monasterio neoclásico del siglo XIX, que presenta una impresionante vista sobre toda la bahía de Alcúdia y ofrece la puesta del sol más romántica de toda la costa oriental; y, de nuevo, uno de los paisajes más fantásticos es el del parque natural Península de Llevant, que empieza justo detrás de nuestro hotel. Aquí han encontrado refugio -un refugio protegido para siempre- algunas especias endémicas en peligro de extinción, como la tortuga mediterránea, el águila, el halcón peregrino, el alimoche o la milana. Es el parque natural más grande y más representativo de Mallorca, y contiene las que probablemente son las dos últimas playas vírgenes -y solitarias- que se pueden encontrar en Mallorca, sólo accesibles a pie.

Pero Artà no es para nada un pueblo aburrido, sino que es famoso por sus abundantes fiestas tradicionales -como por ejemplo Sant Antoni el 17 de enero o Sant Salvador el 6 de agosto-, su mercado los martes, sus eventos culturales, conciertos, la gran variedad de restaurantes y bares en la zona peatonal y las callecitas de al lado…, y también por poseer el poblado prehistórico de cultura talaiótica más antiguo, extenso y completo de la isla: Ses Païsses (1000-800 a. C.), en el que todavía se llevan a cabo excavaciones arqueológicas.

Tradición, cultura y naturaleza. La vida rural, las costumbres típicas y los ritos mallorquines. Todo esto y más pueden encontrar en este increíble pueblo, donde va a poder ser admirado durante mucho tiempo más.

¡Artà da la bienvenida y acoge con los brazos abiertos a los visitantes que sepan apreciar todo esto!